De los viajes que realiza éste equipo, siempre hay alguien cercano a nosotros que nos puede aconsejar algún sitio donde comer. En el viaje a Madrid nos recomendaron ir a la Taberna de los Huevos de Lucio, local regentado por uno de los hijos del famoso dueño de Casa Lucio.
Quien haya ido a Casa Lucio, sabrá la ubicación de ésta taberna, puesto que está justo enfrente, en la Calle Cava Baja nº 30, zona llena de restaurantes desde la típica tasca para tapear pasando por el más refinado comedor.
Nosotros fuimos para comer. No habíamos hecho reserva pero sí es cierto que llegamos un poquito antes de las 2 del mediodía y al poco de sentarnos, el local se llenó por completo.
Nada más entrar, el local parece pequeño, puesto que es alargado y las mesas se encuentran a lo largo del pasillo. El sitio lo tienen bien aprovechado y puede llegar a resultar un poco incómodo si te sientan a mitad del camino, como nos pasó a nosotros, porque acabas ladeándote y sorteando tanto a los camareros como a la gente que va hacia el fondo del local. Esto fue lo que menos nos gustó. Más tarde, al ir al aseo, que está escaleras abajo, frente a la barra, ves que tienen otro comedor, pequeño y también, aprovechado al máximo.
Al principio de la taberna está la barra donde puedes quedarte a tapear y si no, pasas al comedor donde el plato típico por excelencia son los huevos estrellados, bien sólos o acompañados con beicon o chorizo. Este es un plato bien sencillo pero bien rico y sabroso: Una generosa cantidad de patatas fritas, sobre las que descansan dos huevos fritos rotos, con una jugosa yema y en función del plato que te pidas, salpicado con trozos de chistorra, beicon… por encima.
Acompañando a éstos platos, también pedimos una ensalada de tomate con aguacates. Un plato discreto pero digestivo para el plato principal.
Os podemos recomendar, no porque hiciéramos nosotros la cata, sino porque nuestros amigos sí que los degustaron y les encantó el plato de berenjenas crujientes con salmorejo, el de alcachofas caramelizadas y el pulpo, el embutido, los callos,… en fin, que hay que probarlo todo!!
En cuanto a los caldos, tienen una amplia y variada bodega tanto si hablamos de precio como denominaciones de origen, aptos para cualquier bolsillo.
De postre pedimos una exquisita mouse de queso, que como siempre pasa, si comparamos sale más caro el postre que el plato.
Hacemos una mención especial tanto al equipo de camareros como al dueño. Un trato agradable y notable atención la que tienen con la clientela.
LOCALIZACIÓN: GOOGLE MAPS / STREET VIEW
Puntuación: 8/10