De nuestro último viaje a Madrid, hemos traído un sinfín de experiencias y sitios nuevos que comentar, y si alguno ha causado gran curiosidad y expectación ha sido el Mercado de San Miguel, en pleno Madrid castizo.
Próximo a la Plaza Mayor, íbamos paseando cuando encontramos éste mercado. Nos llamó la atención por el gentío que había agolpado en la puerta y el llamativo puesto de frutas y verduras haciendo esquina. Las paredes del mercado son de cristal por lo que desde el exterior se ve todo. Es por este motivo que nos animamos a entrar y menuda sorpresa nos llevamos.
El edificio es un antiguo mercado que conserva su estructura original de hierro de principios del siglo XX. El diseño del hierro y las paredes de cristal permiten que la luz de su interior sea natural.
Es un Mercado, que además de comprar género, sobretodo se caracteriza porque también puedes comerlo allí. Están los puestos típicos que toda plaza de abastos pueda tener: su frutería y verdulería, pescadería y carnicería. También hay puesto de panadería, pastelería y bares, y puestos originales, no muy corrientes en un mercadillo como la degustación de la mejor tortilla de patatas, comida japonesa o el mejor queso mozarella que hayas podido probar. Con ésto podéis daros una idea de lo que éste equipo comió, pero en ésta ocasión, no os vamos a recomendar ninguna tapa como en otras ocasiones hemos hecho, sino que cuando vayáis decidid por vosotros mismos que os es más apetecible.
Resulta que es un lugar emblemático de Madrid, que todo el mundo tiene que ir al menos una vez, si no vives allí, aunque os comentamos que si un día entre semana, estaba lleno, no queremos imaginar cómo tiene que estar de concurrido los fines de semana. Los Jueves, Viernes y Sábado está abierto hasta las 2 de la madrugada, el resto de días cierra a las 24 horas.
Un consejo más que importante: Llevar dinero encima porque no es un sitio barato. En algunos establecimientos aceptan tarjeta de crédito pero no en todos y resulta un poco caro comer o cenar allí, porque vas de puesto en puesto, mirando y decidiéndote por la tapa más coqueta y cuando te das cuenta has gastado más de lo que tenías pensado.
Nosotros resumimos el Mercado de San Miguel como un edificio donde alberga un mundo de tapas y el que va a probarlas, indeciso por no saber por dónde empezar. Os invitamos a vivir ésta sensación. ¡Es inigualable gastronómicamente hablando!
LOCALIZACIÓN: GOOGLE MAPS / STREET VIEW