Como bien sabéis, hace unas semanas hablamos del hotel donde estuvimos alojados cuando visitamos Sevilla. Pues bien, una vez que tenemos hotel para alojarnos, ahora toca hablar de todo lo que puede verse en ésta bella ciudad.
Una vez allí, se pueden organizar diferentes rutas, si lo que queréis es visitar su patrimonio histórico y monumental como pueden ser la Catedral y la Giralda, símbolo de la ciudad con 97 metros de altura que pueden ser subidos cómodamente por una rampa hasta llegar al punto más alto y disfrutar de la mejor vista panorámica de la ciudad. O bien, a escasos metros el Real Alcázar, declarado Patrimonio de la Humanidad junto a la Catedral y el Archivo de Indias, también a escasos metros de estos edificios.
Podemos acercarnos a ver la Torre del Oro, a orillas del inmenso río Guadalquivir, que alberga el Museo Naval. Es curioso su nombre porque dicen que su fachada estaba revestida por azulejos dorados y cuando el sol incidía en ellos, brillaba de tal manera que desde cualquier punto de la ciudad se vislumbraba.
Si lo que quieres es rememorar la Exposición Iberoamericana de 1929, basta con acercarte al Parque de María Luisa y dar un paseo, bien en un coche de caballos, alquilando bicicletas o como nosotros hicimos, andando; aquí también se encuentra la Plaza de España, integrada en los jardines del Parque. Con una gran fuente central y un pequeño canal con barcas para conquistar a tu pareja o pasar un buen momento entre amigos, todo rodeado de un impresionante edificio en forma de semicírculo donde están representadas todas las provincias de España en cada uno de sus bancos.
Como curiosidad, la Plaza de España ha servido de escenario en numerosas películas de gran éxito internacional como Lawrence de Arabia, El viento y el león o La Guerra de las Galaxias.
Pero Sevilla tiene muchos más rincones y lugares, caprichosos para la vista y que, si se puede, hay que visitar. En la oficina de Turismo, además del plano, te facilitan una completa relación de monumentos, museos e iglesias con sus precios y horarios.
Está la ruta de las iglesias: Indispensable ir a conocer la Basílica de la Macarena o la Iglesia del Cachorro, en el conocido barrio de Triana, la Iglesia de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder en la Plaza de San Lorenzo. Iglesias e imágenes que conocemos sobre todo por la Semana Santa sevillana. Si tenéis ocasión, no perdáis la oportunidad de ver la Iglesia de El Salvador, la más grande de la ciudad después de la Catedral.
Callejeando podéis llegar hasta el Barrio de Santa Cruz, ubicado en el casco histórico de Sevilla. Es un barrio de la judería medieval de los más emblemáticos y pintorescos, con calles estrechas y sinuosas, con patios señoriales y balcones adornados con flores en las casas.
En cuanto a edificaciones modernas, id entonces a la Plaza de la Encarnación a conocer el Metropol-Parasol, más comúnmente llamado las Setas de la Encarnación.
Con lo que hemos comentado, hemos intentado haceros un rápido mosaico de lo que oferta un viaje a Sevilla. Aún podríamos seguir mencionando sitios a los que visitar, como la Plaza de Toros de la Real Maestranza, el Castillo de San Jorge, el Museo de Carruajes o simplemente, pasar por el Palacio de las Dueñas, residencia de la Duquesa de Alba, o ir a Isla Mágica, parque temático ubicado en lo que fue la Expo 92.
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